La traumática experiencia de estos actores rodando pelÃÂculas de terror
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Cualquier director o intérprete dirá que rodar una pelÃÂcula del género de terror no es tan aterrador como verla terminada. Todo está programado, preparado y ensayado quitando el elemento de sorpresa. Pero si bien, por norma general, los actores que ruedan estas producciones no viven el terror tanto como los espectadores, existen algunas excepciones. Hay actores que tuvieron que interpretar escenas tan traumáticas que les dejaron secuelas fÃÂsicas o psicológicas de por vida.

MALCOLM MCDOWELL DE LA NARANJA MECÃÂNICA (1971)
Si este clásico de Stanley Kubrick te perturbó con sus escenas violentas, imagina cómo lo habrán pasado sus protagonistas. Si recuerdas la escena del “lavado de cerebroâ€Â, entonces te sorprenderá saber que el actor Malcolm McDowell permitió que le abrieran los ojos con esos metales para mantenérselos abiertos. Lo que vimos en aquella pelÃÂcula no fueron efectos especiales y semejante tormento fÃÂsico lo dejó con ceguera temporal y la córnea estropeada.
TIPPI HEDREN DE LOS PÃÂJAROS (1963)
Alfred Hitchcock tenÃÂa la costumbre de encapricharse con sus estrellas protagonistas, pero cuentan los rumores que Tippi Hedren fue una de las que peor lo pasó. Según ella misma ha contado, el cineasta la manipulaba e insinuaba continuamente, pero lo peor llegó el dÃÂa del rodaje de la escena con los pájaros. Hitchcock le habÃÂa prometido que utilizarÃÂan aves mecánicas pero al momento de la acción le arrojó pájaros reales que se lanzaron directamente sobre ella. La actriz dejó el set con moretones, sangrando y en estado de shock.

(©Compass International Pictures)
KYLE RICHARDS DE HALLOWEEN (1978)
TenÃÂa apenas 9 años cuando acompañó a Jamie Lee Curtis en el clásico de John Carpenter. Y aunque no lo pasó tan mal en el rodaje, su experiencia fue terrorÃÂfica cuando vio la pelÃÂcula terminada el dÃÂa del estreno. Pasó tanto miedo que tuvo que dormir con su madre hasta los 15 años. Y Kyle jamás volvió a trabajar en un proyecto de terror.
LINDA BLAR DE EL EXORCISTA (1973)
El trauma de Linda Blair llegó después del estreno del clásico de William Friedkin. Al haber rodado la pelÃÂcula con 13 años, la actriz confesó en varias ocasiones que no lo pasó tan mal en el set como muchos creerÃÂan, sino que a esa edad simplemente estaba jugando. Pero tras el éxito del filme, el mundo entero comenzó a tratarla como si estuviera realmente poseÃÂda y tuvo que hacer una gira internacional para dar entrevistas que aclararan que era mentira. Un trauma horrible siendo apenas una adolescente.
JANET LEIGH DE PSICOSIS (1960)
Hitcock haciendo de las suyas otra vez. El maestro del suspense asustó tanto, pero tanto, a Janet en la escena de la ducha, que la actriz nunca pudo volver a darse una ducha. Cuentan que durante el resto de su vida solo se permitÃÂa tomar baños.

(©1968 Paramount Pictures)
MIA FARROW DE LA SEMILLA DEL DIABLO (1968)
El terror que puede provocar imaginar que estás embarazada del demonio no es nada comparado con lo que tuvo que pasar Mia Farrow en el set del debut americano de Roman Polanski. Aunque la actriz es vegetariana, su director le pidió si podÃÂa comer hÃÂgado de pollo crudo en una de las escenas. Mia accedió creyendo que serÃÂa algo rápido pero tuvo que repetirlo en varias ocasiones para tomas diferentes. Y por si eso fuera poco, su marido Frank Sinatra le envió los papeles del divorcio al set, en presencia de todo el equipo.
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