La ‘doble vida’ de Jane Fonda
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Desde que cumpliera 80 años y terminara de apuntalar su renacer televisivo gracias a la comedia de Netflix ‘Grace and Frankie’, la actriz Jane Fonda ha aprovechado buena parte de sus últimas entrevistas para reflexionar sobre el sinfÃÂn de cambios que ha venido experimentando a lo largo de las últimas décadas tanto a nivel private y profesional como en su concepción de la realidad social y polÃÂtica que le rodea.
En ese sentido, la oscarizada estrella ha reconocido ahora que en sus años de adolescencia y juventud llegó a vivir una especie de “doble vida” a fin de sentirse plenamente integrada en los cÃÂrculos sociales a los que pertenecÃÂa, asàcomo para proyectar una imagen que cumpliera escrupulosamente con aquellas convenciones de antaño que definÃÂan un carácter supuestamente femenino.
“Durante la mayor parte de mi vida, y dirÃÂa que hasta que llegué a los 70, vivÃÂa una especie de doble vida o al menos me exponÃÂa en dos planos diferenciados. Durante la adolescencia, y con el objetivo de encajar, me aseguraba de que nadie, sobre todo los chicos y los hombres, pudieran percibir cómo period en realidad, que me enfadaba con frecuencia, que tenÃÂa una fuerte personalidad y que no siempre podÃÂa tener un aspecto perfecto. Vivàtodos esos años sintiéndome como incompleta”, se ha sincerado en la edición británica de la revista Vogue.
El punto de inflexión en que la intérprete fija su transformación radical y el inicio de su polÃÂtica de transparencia en lo que a expresar sus emociones y opiniones se refiere coincide con su decisión, en el año 2001, de separarse de su entonces tercer marido, el magnate de la comunicación Ted Turner, una experiencia que le resultó liberadora a todos los niveles.
“Cuando dejé a Ted, empecé a sentir que volvÃÂa poco a poco a ser yo misma. Y ahàempezó el que considero el tercer acto de mi vida, en el que ya no llevo una doble vida y no tengo nada que esconder. He tenido varias relaciones después de Ted, pero ninguna de ellas ha funcionado precisamente por eso, porque tenÃÂa miedo a dejar de ser yo misma cuando estaba con un hombre”, ha añadido en la misma conversación para, a continuación, dejar patente una vez más la naturalidad con la que ha venido hablando últimamente sobre los estragos fÃÂsicos del paso del tiempo.
“TodavÃÂa me sorprendo cuando siento dolor en los huesos, y tengo que decir que no es por el entrenamiento sino por la osteoporosis, que además en mi caso es genética. Mi padre la tuvo y mi hermano también la tiene. El cartÃÂlago simplemente desaparece y poco a poco se van deteriorando los huesos. Afortunadamente, vivimos en unos tiempos maravillosos en los que puedes reemplazarlos”, ha explicado con optimismo la hija del no menos legendario cineasta Henry Fonda.
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