Jesus Luz agradece a Madonna que le convirtiera en el ser humano que es hoy
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Una de las primeras conquistas amorosas que trascendieron de la cantante Madonna después de que esta pusiera fin a su conflictivo matrimonio con el cineasta Man Ritchie, hace ya casi diez años, fue la del joven modelo Jesus Luz, quien por entonces contaba con solo 22 años de edad y su nombre no period demasiado conocido fuera de las fronteras de su paÃÂs natal.
Evidentemente, la relación que mantuvo con la reina del pop le convirtió de la noche a la mañana en uno de los rostros más mediáticos de la crónica social y, junto a su fotogénico rostro y torso cincelado, le abrió de par en par las puertas de un sinfÃÂn de campañas publicitarias para las firmas de moda más rutilantes, ya fuera en compañÃÂa de su afamada pareja o en solitario.
Pese a que su romance no sobrevivió al paso del tiempo y, de hecho, un año y medio más tarde a Madonna ya se le habÃÂa fotografiado con el segundo de los llamados -de forma injusta- ‘toyboys’ que le acompañaron a principios de esta década, el bailarÃÂn francés Brahim Zaibat; lo cierto es que el maniquÃÂ, actor y DJ ocasional está convencido de que ese breve perÃÂodo de tiempo que compartió con la ambición rubia supuso un punto de inflexión en su vida y, sobre todo, en su visión del mundo.
“Vivir con Madonna me influenció de tal manera, que puedo decir que la mentalidad que tengo hoy en dÃÂa tiene mucho que ver con esa etapa. Yo period muy joven cuando empezamos a salir, y el tiempo que estuve con ella me proporcionó algunas de las mejores experiencias de mi vida. No podrÃÂa estarle más agradecido por todo lo que me enseñó, por ayudarme a convertirme en una persona mucho más abierta y comprensiva ante las diferencias”, ha reflexionado el artista, quien ahora tiene 32 años, está casado y tiene una hija, en conversación con la revista brasileña Quem.
Uno de los ejemplos más representativos de su carácter tolerante y respetuoso, asàcomo de su renovado sentido de la justicia social, va ligado a la determinación con la que trata de evitar muestras de sexismo en su cÃÂrculo más cercano y a los valores feministas que tanto él como su esposa Carol han venido inculcando siempre a su pequeña.
“Soy un padre con la mente muy abierta. Mi hija será libre para hacer lo que quiera con su vida, dentro del marco de principios éticos en los que creemos Carol y yo. Para empezar, creo que no deberÃÂa haber juegos para niños o para niñas, y por eso el sexismo no tiene lugar ni en mi casa ni en mi vida. Todo ha sido parte de un proceso de evolución private, llegó un momento en el que me di cuenta de que tenÃÂa que dejar de ser sexista”, ha apuntado en la misma entrevista para, justo a continuación, destacar de su antigua mentora su ingenioso sentido del humor.
“Madonna tiene un sentido del humor increÃÂble y es una madre maravillosa. Afortunadamente, en nuestra relación pude conocer al ser humano que se esconde bajo el icono, y esa es la Madonna con la que yo traté”, ha sentenciado.
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