De isla plagada de mosquitos a paraÃso de lujo
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Cuando esta isla caribeña fue comprada en 1958 era un lugar desierto y plagado de mosquitos, sin agua ni electricidad. Hoy en dÃa es el paraÃso para millonarios más exclusivo del planeta y todo gracias a un hombre: Lord Glenconner.

Lord Glenconner Colin Tennant, the founder of the island of Mustique, at home in St.Lucia | Location: St.Lucia. (Photo by David Howells/Corbis via Getty Images)
La semana pasada te conté como Lady Glenconner se quedó sin ‘reinar’ en Mustique porqué su marido le dejó en secreto y por sorpresa toda su herencia a un criado, Kent Adonai. Hoy, sin embargo, te quiero explicar como una isla totalmente virgen y sin prestaciones, se ha convertido en el referente mundial para unas vacaciones de super lujo.
Antes de pasar a contarte los desorbitados precios actuales, quiero ponerte en situación. CorrÃa el año 1958 y Lord Glenconner compró la isla a precio de saldo comparando con los precios que hoy alcanzarÃa este paraÃso sobre la Tierra.
Pagó 49.000€ por Mustique, esta isla situada al norte de Venezuela sin ni siquiera haberla visto. Tras convertirse en el propietario del lugar, decidió adentrarse para inspeccionar. Su sorpresa fue, según relata Lady Glenconner en DailyMail, que era una tierra poco fértil e infectada de mosquitos.
Evidentemente no habÃa ningún tipo de sitios donde refugiarse del clima y tampoco habÃa agua potable ni electricidad alguna. De hecho, para ducharse usaba cubos con agua que traÃa de fuera.
En la tierra se sembró algodón y la primera intención de Lord Glenconner era explotar la isla como punto de cultivo de algodón usando 1.300 acres de la misma, sin embargo el cultivo no prosperó y tuvo que desistir.
En algún momento, su esposa se sentÃa frustrada dado que parecÃa una isla sin uso posible y se planteaba que, quizá por eso, habÃa estado 5 años en venta sin que nadie se interesara por ella.
Sin embargo Colin Glenconner estaba dispuesto a hacer que esta isla tuviera un renombre mundial y empezó a remodelarla.
En 1960, tan solo dos años después de comprarla, un yate de lujo perteneciente a la realeza aprovechaba su tour de meses por el caribe para atracar en Mustique y conocer asà el micro paraÃso que allà estaba gestando el Lord inglés.
En dicho yate viajaban la Princesa Margarita y su reciente esposo Tony, ella era amiga de Colin asà que invitó al Lord y a su mujer a subir a bordo del yate para cenar, sin embargo ella declinó la invitación por llevar dos meses sin ducharse y “apestarâ€.

Princess Margarita of Baden, niece of the Duke of Edinburgh, has become engaged to Prince Tomislav of Yugoslavia in London. The Prince, who is a brother of ex-King Peter, has a farm at Petworth, Sussex. (Photo by PA Images via Getty Images)
Margarita dijo que no importaba y que podÃan incluso ducharse a bordo asà que no se lo pensaron. Como regalo de boda, Colin le preguntó si preferÃa una joya en una caja o una parcela en Mustique y ella aceptó la tierra en la isla y se convirtió en visitante asidua de la misma.
Colin le construyó una casita en su parcela de tierra, eso sÃ, seguÃan sin ducha ni electricidad y el alimento era salvaje y básico, es decir, pescado fresco y todo lo demás eran latas de conservas, pero a Margarita no le importaba.
Evidentemente no habÃa muebles ni nada de diseño y ya corrÃa el año 1968. Por aquel entonces se sentaban en sillas plegables de plástico y contemplaban el mar leyendo un libro mientras la luz diurna se lo permitÃa.
Los mosquitos y los ratones eran lo habitual cada noche al acostarse y Margarita siempre los llamaba ‘ratones voladores’ porqué saltaban continuamente de la cama al suelo y volvÃan a saltar. Hasta 1972 la casa de Margarita no estuvo totalmente acabada pero, cuando la terminaron, ella la bautizó como ‘Les Jolies Eaux’ que significa ‘aguas hermosas’.
El negocio empezó a despegar con la visita de la Reina Isabel II y el Duque de Edimburgo en 1977, pudieron tener privacidad e incluso hacer snorkel con tiburones salvajes cosa que, sobre todo a él, le fascinó. Al hacerse público que la reina habÃa estado en Mustique, muchos ricos y famosos quisieron interesarse por visitarla.

MUSTIQUE,SAINT VINCENT – 1977: Queen Elizabeth II arrives in Mustique, Saint Vincent and is welcomed by Princess Margaret in 1977.(Photo by Anwar Hussein/Getty Images)
Las casas acomodadas se empezaron a construir y celebrities como Mick Jagger, Brian Adams o David Bowie no tardaron en comprar un alojamiento en el paraÃso. Hoy en dÃa los Duques de Cambridge, William y Kate, acuden a la isla con sus hijos en busca de tranquilidad y privacidad.
Hoy en dÃa Mustique es un verdadero imán para famosos y millonarios. Este paraÃso antillano atrae a las celebrities de todo el mundo y tiene precios privativos que no permiten que la gente de a pie acceda a la experiencia.
En la pequeña isla se puede encontrar un museo en el antiguo molino de azúcar que recoge la historia del lugar, un bar, un supermercado, dos hoteles, dos tiendas, dos restaurantes y también hay acantilados maravillosos para ver atardeceres y nueve playas en las que relajarse y dejarse llevar.
Los precios actuales van desde los 1.000 euros por noche en adelante (la gran mayorÃa de 6.000€ para arriba) y hay famosos que alquilan sus casas isleñas mientras ellos no están de visita. La arquitectura que se mezcla con la vegetación es increÃble, desde una casa balinesa a un palacio marroquÃ, un castillo francés, una villa romana, una casa de estilo japonés o la arquitectura más futurista posible.
En el pasado, Colin solo querÃa gente guapa en la isla y por eso junto a la solicitud para visitarla exigÃa una foto de la persona. Hoy en dÃa la única regla es no llevar cámaras profesionales tipo paparazzi (a no ser que seas un famoso de confianza) y no hacer apologÃa de la ostentación.
La gestión corre a cargo de la Mustique Company que genera energÃa y agua potable desde su propia desanilizadora, además hace recaudación de una parte del alquiler de las viviendas para destinarlo a mejorar aún más la infraestructura de la isla.
En estos últimos tiempos la compañÃa ha dado un giro hacia lo ‘eco friendly’ y todas las obras que se hacen en Mustique tienen que generar le mÃnimo impacto negativo en el entorno natural privilegiado de la isla.
En Mustique encontrarás paz e intimidad, nada de centros de shopping, campos de golf, grandes yates o Ferraris. De hecho, no hay apenas coches y los visitantes se mueven con carritos de golf por el terreno.
La gente suele ir descalza o con chanclas cómodas y para viajar a otras islas cercanas como Barbados o Santa LucÃa los desplazamientos son con pequeños aviones a hélice de la propia compañÃa que no permite que ningún jet privado aterrice en su isla.
Actualmente Kent, el criado al que Lord Glenconner se lo dejó todo, es el propietario de dos hoteles de la isla y además es millonario debido al dinero que le dejó en herencia y todos los objetos del Lord que subastó en Bohams. Cody, el nieto de Colin, se quedó con la mitad de su fortuna tras siete años de juicios.

Colin Tennant (Lord Glenconnor), with his longtime help Kent Adonai, who’s inherited Tennant’s entire estate in his will. Photographed in Choiseul, St. Lucia. November 2009. | Location: choiseul, st.lucia. (Photo by David Howells/Corbis via Getty Images)
¿Qué opinas del cambio que ha dado Mustique desde que fue comprada hasta hoy en dÃa? ¿Y su polÃtica contra la ostentación a pesar de recibir solo a gente rica? Y, ¿qué te parece que se haya convertido en un paraÃso eco friendly? ¿ViajarÃas a esta isla si pudieras?
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